martes, 2 de marzo de 2010

El primer libro de cocina argentino

Hacia 1890 se escribió el primer libro de cocina argentino, Cocina ecléctica. Lo llevó a cabo Juana Manuela Gorriti, instada por amigas y conocidas que le enviaron sus recetas y anécdotas para que Juana les diera la forma final en que trascendieron. De entre ellas seleccionamos el “Conejo a la bella monjita”, receta que dicen hacía sucumbir al general Alvear de una manera en que jamás lo lograra el enemigo tanto como la belleza de la devota mujer que la creó, quien guardó con celo sus secretos (de alcoba y de cocina) hasta estar casi muerta.


"Conejo a la bella monjita"

María Serrano, la célebre monja, heroína de una leyenda de Palma, fue durante su vida el encanto de Chuquisaca.
Para la docta capital, cuanto decía la monja era gracioso, espiritualísimo. En cuanto a lo que hacía, ¡oh! era recibido bajo de palio . Porque -¡figuraos!- la bella Serrano, que sabía, por Brantôme, la manera de atraer a la gente , confeccionaba riquísimos platos, que en fuentes sobredoradas, bajo guirnaldas de flores, enviaba a sus amigos.
Todo cuanto de aquellas lindas manos salía: pasteles, guisos y dulces, era de un sabor tan exquisito, que cuando se quería encarecer lo agradable de un bocado, decíase que era a la Serrano.
Mas la pícara monjita guardábase el secreto de sus brujerías culinarias; y antes que dar una receta, habría dado el enorme brillante que abotonaba al cuello, su hábito negro de Mónica.
Dándole mil vueltas estratégicas, y suplicándole por la memoria de Alvear, pudo mi madre obtener dos primores de cocina y repostería con que, a mi vez, he regalado el paladar de muchos golosos, y que, ahora yo ofrezco a este filantrópico libro.
He aquí uno:
Preparado el conejo con todos los requisitos de limpieza se le corta en sus cuatro cuartos, que se ponen, durante una hora, en un adobo de vinagre, aceite, sal, pimienta, orégano una dedada de cominos y un diente de ajo molido.
Después de sacado del adobo, se enjuga bien con una servilleta, y se le pone a freír en mantequilla, junto con pequeños trozos de tocino, del tamaño y forma de dados.
Cuando el tocino se haya dorado, se le quita, dejando el conejo a que acabe de freír.
Ya frito el conejo, se echa de nuevo en la cazuela el tocino; añádanse dos cucharadas de harina, revuélvasela bien, a fin de incorporarla y después de un minuto de hervor, échesele media botella de vino Oporto, u otro abocado.
Hágase cocer a fuego vivo, con un sazonamiento de sal y pimienta y cuatro o cinco cebollitas, hasta que la salsa se haya apocado espesándose.
Se sirve con relieves de pepinillos escabechados, alternando con aceitunas en torno a los bordes de la fuente y ramitas de perejil sobre la superficie.
Nieves O. de Romero (Buenos Aires)

(El libro de Juana Manuela Gorriti Cocina Ecléctica del que fue extraida esta receta pertenece es de dominio
público, puede descargarlo entero desde cualquier biblioteca digital de la red)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Qué bueno, no sabía que ese libro existía. Gracias por la información